Sororidad: puntos clave para entenderla y promoverla en las organizaciones
La sororidad es un término para referirse a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género.
La sororidad es un término que se utiliza para referirse a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género.
Es decir, la sororidad entre mujeres, consiste en percibirse como iguales para aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar sus circunstancias, ya que de alguna manera, todas en algún momento hemos experimentado la discriminación, la opresión y la violencia.
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De acuerdo con Marcela Lagarde, en un texto sobre cultura feminista, las francesas, como Gisele Halimi, llaman a esta nueva relación entre las mujeres sororité. Las italianas dicen sororitá, y las feministas de habla inglesa la llaman sisterhood.
Sin embargo, la acepción para esos vocablos es la misma: “amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario”.
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La sororidad en el mundo de los negocios
Lamentablemente, la sororidad en el mundo de los negocios es más una discusión secreta. Con menos mujeres empresarias en el país y el código bro-code predominante en las organizaciones, un número menor de mujeres participa en iniciativas de colaboración para mitigar los desafíos que enfrentan las empresarias.
Sin embargo, cada vez más son esas redes empresariales de mujeres las que están promoviendo una visión posfeminista de la libertad que se centra en la autorrealización individual y, que por lo tanto, participan en los esfuerzos colectivos para desmantelar las desigualdades estructurales.
Sororidad en los espacios de trabajo
A continuación se presentan algunos puntos clave que pueden hacer las empresas para promover la sororidad en el trabajo, de acuerdo con Shirley Sáenz.
1. Crear más lugares para mujeres, especialmente en espacios mayoritariamente ocupados por hombres
Al crear más espacios que puedan ocupar las mujeres, el sentido de competencia entre estas, y entre mujeres y hombres, va a tender a igualarse y a ser más sano.
2. Celebrar los logros de las mujeres, y comunicar y visibilizar su contribución a los resultados
Los objetivos y cuotas de género son un acelerador para la paridad. Son medidas transitorias, y parte de una estrategia para garantizar la igualdad de género como valor fundamental.
3. Creer más a las mujeres
Esta tendencia a no creer en las mujeres, hace que no queramos hablar sobre lo que nos pasa, ni compartir con otras mujeres, siempre por miedo a ser juzgadas.
Si la compañía refuerza la confianza en lo que las mujeres dicen estar experimentando, mediante la comunicación, procesos, políticas y comportamientos, promueve la sororidad laboral.