Al cerrarse las puertas de la Capilla Sixtina, el cardenal italiano Pietro Parolin encabezaba las apuestas para ser el próximo papa con 32 por ciento en el sitio Polymarket y 31 % en el portal Kalshi; seguido por el filipino Luis Antonio Tagle, con 19 por ciento y 20 % en los mismos sitios. Posterior a la fumata negra, Parolin estaba con 29 y 30 % en los respectivos sitios, mientras Tagle subió a 20 % en Polymarket y se mantuvo en Kalshi.
A diferencia de las apuestas deportivas o de elecciones presidenciales, en la elección papal no hay encuestas, ni estadísticas; las filiaciones de los cardenales son más complejas que ser liberales o conservadores; predomina un desconocimiento sobre las tendencias de los votantes y de los propios votantes; se desconoce el resultado exacto de las votaciones, salvo que se logró o no la mayoría de dos tercios por la señal del humo blanco o negro, y, no menos, no se sabe realmente lo que sucede en el encierro de los purpurados. Es decir, una mayor incertidumbre proporcional a la atracción que genera en apostadores.
Aunque parezca frivolidad de nuestros tiempos, se tienen antecedentes históricos de apuestas sobre quién será el próximo papa de por lo menos 600 años, llegando a haber apuestas sobre si el pontífice realizaría viajes, como su lugar de origen o un sitio sagrado. También se sabe que los cardenales estaban al tanto de cómo iban las tendencias mientras estaban en el Cónclave. Finalmente, en 1591, el papa Gregorio XIV emitió un edicto en el que prohibió la práctica bajo pena de excomunión, el cual fue abrogado hasta 1918, aunque la práctica se mantuvo clandestinamente. Aún así, en Italia continúa la prohibición.
Fue hasta el fallecimiento de Juan Pablo II en 2005 que las apuestas por la elección papal tuvieron trascendencia mundial. Entonces Joseph Ratzinger ya estaba entre los principales papables, iniciando con 12 a 1 y cerrando al día del Cónclave como favorito con 3 a 1, desplazando al nigeriano Francis Arinze. Sin embargo, para la elección papal de 2013 por la inédita renuncia de Benedicto XVI, Jorge Bergoglio se encontraba muy lejos de los favoritos en las apuestas, con 33 a 1 de probabilidades de ser papa.
Por cierto, en tercer lugar, las citadas plataformas coinciden en que sea un cardenal italiano, uno con un perfil interesante por el contexto internacional: Pierbattista Pizaballa, patriarca latino de Jerusalén -Kalshi, subió de 10 a 11 %; en Polymarket, al cerrar las puertas, con 9 % y luego bajó un punto porcentual-, aunque en este último sitio desplazado al cuarto lugar por Mateo Zuppi, arzobispo de Bolonia con 10 %.
India y Pakistán: la guerra que nadie quiere
Entre la ocupación de Gaza por parte de Israel que ha ido escalando a nivel regional, la invasión rusa en Ucrania y ahora la tensión desatada entre India y Pakistán, la paz mundial se ve cada vez más frágil. Si a esto sumamos las declaraciones del flamante canciller alemán, Friederich Merz, quien pugna por la independencia europea de Estados Unidos, particularmente en el apartado militar, nos encontramos ante una peligrosa mezcla que podría desestabilizar al mundo en un parpadeo.
Las acciones emprendidas por las fuerzas armadas de la India contra presuntas bases terroristas en la Cachemira pakistaní encienden todos los focos rojos de alerta, dado el historial bélico entre dos naciones con un mismo origen, pero separadas por ideologías diferentes en prácticamente todos los ámbitos.
El mayor temor radica en que ambos países son reconocidos como potencias atómicas, no firmantes del Tratado de no Proliferación Nuclear, con un arsenal que gira alrededor de las 170 ojivas cada uno, según ha señalado el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Se trata, afirman, de armamento disuasivo, una palabra tan ambigua como la inestabilidad que se empieza a respirar entre una comunidad que en conjunto se acerca a los mil 714 millones de habitantes, la región más poblada de la tierra y también una de las más pobres.
Históricamente, India y Pakistán sostienen un diferendo por Cachemira que los ha llevado a dos guerras, una región cuya administración se encuentra dividida entre India, Pakistán y China. Los ataques por parte de Nueva Delhi se presentan como respuesta a un atentado que cegó la vida de 26 turistas en la Cachemira india cuyos responsables estarían operando del lado pakistaní y aunque la ofensiva fue calificada como de carácter limitado (específicamente contra nueve “focos terroristas”), lejos de las instalaciones militares de Islamabad, lo cierto es que el agravio es mayúsculo, por lo que en cuestión de días, e incluso horas, podríamos esperar una violenta respuesta, más allá de los cinco aviones de combate que Islamabad dice haber derribado durante las acciones de defensa.
A nivel global, India es la cuarta fuerza militar, mientras que Pakistán ocupa la posición número 12 de acuerdo a la organización independiente Global Fire Power, sin embargo, ambas tienen el potencial tanto técnico como bélico como para causar daños irreparables en el territorio contiguo. India es considerado un aliado estratégico de Estados Unidos, mientras que Pakistán se ha vuelto muy cercano a China y los países islámicos, alianzas que dificultan la gestión para una salida diplomática.
Muchas de las grandes guerras iniciaron por disputas que podrían parecer irracionales. Un conflicto nuclear a nivel regional acarrearía una serie de consecuencias a nivel climático y económico devastadoras para el mundo entero. Un estudio realizado por el “Bulletin of the Atomic Scientists” y “Nature” señalan que un intercambio limitado de 100 bombas nucleares entre ambas naciones, borraría de la faz de la tierra a millones de personas; provocaría incendios masivos que bloquearían la luz solar llevando las temperaturas globales por debajo de las de la pequeña Edad de Hielo acaecida entre los siglos XIV y XIX y afectaría la producción agrícola mundial durante al menos una década.
Este jueves se conmemora la capitulación de la Alemania nazi que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa, se estima que entre 70 y 85 millones de seres humanos perdieron la vida durante ese conflicto armado. Sirva esto como un recordatorio sobre los efectos de las conflagraciones bélicas en las que todos pierden, pero en donde la peor parte la lleva siempre la población civil.
El Día de las Madres y el aumento de las remesas
Con la llegada del mes de mayo, se incrementa el envío de remesas a nuestro país, provenientes de los Estados Unidos. Información del Banco de México (Banxico) señaló que, en mayo del año pasado, ingresaron al país 5 mil 624 millones de dólares por ese concepto.
Diversas encuestas realizadas, en años recientes, por plataformas de mensajería digital, así como por grupos bancarios y empresariales, así como por el Banco Mundial, han establecido que en el quinto mes del año se presenta un incremento del envío de remesas que promedia entre 10 y 15 por ciento.
De acuerdo con lo anterior, el arraigo familiar que existe entre los mexicanos en el extranjero se demuestra principalmente en el envío de dinero de la Unión Americana, con especial énfasis en mayo, con motivo del Día de las Madres, y diciembre, derivado de las fiestas navideñas.
Y desde luego, a lo largo del país, la derrama económica que genera el 10 de mayo es mayúscula. Un reporte de la Confederación Nacional de Cámaras Nacionales de Comercios, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) refiere que los ingresos por dicha festividad serán de 88 mil millones de pesos en este año.
Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) ha informado que los sectores del comercio, servicios, entretenimiento y gastronómico generarán en esa fecha ingresos por cuatro mil 561 millones de pesos para la Ciudad de México, mientras que en Nuevo León se estima que el Día de las Madres dejará mil 243 millones de pesos, de acuerdo con la región noreste de la Concanaco Servytur.
Los giros mercantiles que presentan mayor demanda son: de venta de alimentos, como por ejemplo restaurantes, bares y cantinas; así como establecimientos especializados en venta de flores, chocolates, perfumes, joyería y relojería; además de tiendas departamentales y servicios de electrodomésticos, teléfonos celulares y aparatos electrónicos.
En el Día de las Madres siempre será importante un regalo, una comida o un envío de dinero, pero el amor, las muestras de cariño y el tiempo de calidad deberían ser la constante el resto del año. Como decía aquel slogan que en algún momento utilizó la Procuraduría Federal del Consumidor en un spot televisivo: “Regale afecto, no lo compre”.