Gabriel España
El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos plantea un desafío significativo para México, uno de los países más afectados por su política exterior.
Con el respaldo de Congreso y Senado, Trump tiene el poder para avanzar sin apenas contrapeso en su agenda nacionalista y proteccionista, cuyas consecuencias directas se verán reflejadas en la relación bilateral.
A continuación, se analizan cuatro riesgos específicos para México durante los próximos cuatro años.
1. Revisión del T-MEC y amenazas arancelarias
Desde su campaña, Trump ha dejado clara su intención de revisar el T-MEC, un acuerdo vital para el comercio de México con Estados Unidos. Incluso, ha mencionado la posibilidad de imponer aranceles a productos mexicanos con componentes de origen chino, lo que afectaría a industrias clave como la automotriz y la manufactura.
Estas medidas golpearían directamente las exportaciones mexicanas, aumentando la incertidumbre para los inversionistas y amenazando miles de empleos. Por ello, México se enfrenta a una vulnerabilidad real ante una administración que prioriza el proteccionismo, y cualquier modificación unilateral podría desestabilizar su economía.
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2. Endurecimiento de la política migratoria y reducción de remesas
La postura de línea dura de Trump en temas migratorios incluye la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, medida que impactaría de lleno a México. Las remesas enviadas desde Estados Unidos son una fuente crucial de ingresos para muchas familias mexicanas, y su reducción podría tener efectos profundos en el consumo y la economía nacional.
Además, el regreso de migrantes podría incrementar la presión sobre los programas sociales y el mercado laboral, dificultando la estabilidad social. México deberá encontrar maneras de mitigar los efectos de esta política para evitar un impacto severo en su economía.
3. ¿Posible incursión militar en México para combatir a los carteles?
Una de las propuestas más polémicas de Trump es clasificar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que permitiría una incursión militar en territorio mexicano bajo el pretexto de la seguridad nacional. Esto representaría una amenaza directa a la soberanía de México y tensaría aún más las relaciones bilaterales.
Este tipo de intervención extranjera, al estilo de una “guerra contra el terrorismo,” podría desestabilizar la seguridad en las zonas fronterizas y desatar una crisis diplomática. México debe prepararse para proteger su territorio e intereses ante esta posibilidad.
4. Impacto en el tipo de cambio y la inversión extranjera
La política proteccionista de Trump, junto con sus amenazas de renegociación del T-MEC, podría generar volatilidad en los mercados financieros. Es probable que el tipo de cambio experimente una presión al alza, incrementando el valor del dólar frente al peso y encareciendo las importaciones mexicanas.
Además, la percepción de riesgo podría elevar la aversión de los inversionistas hacia México, limitando la inversión extranjera directa y afectando el crecimiento económico en un momento donde la estabilidad es clave.
El regreso de Trump representa un periodo de alta incertidumbre para México. Los próximos años requerirán un liderazgo fuerte, en especial por parte de la administración de Claudia Sheinbaum, para proteger los intereses nacionales en un entorno cada vez más volátil.
La capacidad del gobierno mexicano para adaptarse a estos desafíos y defender su soberanía será crucial para mantener la estabilidad y el crecimiento en la región.
El autor es Managing Director en Iskali Capital Group (ICG), Banca de Inversión basada en Washington DC, la cual está enfocada a proyectos de alto impacto de desarrollo en mercados emergentes.