Cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Acoso Escolar, fecha establecida por la Unesco en 2013, con el propósito de visibilizar y combatir el acoso escolar o bullying.
El acoso escolar se define como el hostigamiento físico o psicológico de manera intencional y repetida entre menores, con el objetivo de causar daño o malestar.
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Este problema que afecta a millones de niños y adolescentes en todo el mundo, genera consecuencias graves para la salud emocional, el bienestar y el desarrollo educativo de quienes lo padecen.
Acoso escolar en niñas y mujeres en México
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar de bullying escolar en educación básica a nivel internacional.
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Los datos de la organización precisan que más de 18 millones de estudiantes de nivel primaria y secundaria sufren de violencia escolar.
Cifras recientes reflejan que cerca del 30% de las niñas y adolescentes mexicanas han experimentado algún tipo de acoso escolar, ya sea físico, verbal o psicológico, dentro de las escuelas.
En 2023, fueron atendidos en hospitales 943 menores por violencia física escolar, el 35.9% de las víctimas fueron mujeres; además, hubo 268 casos de violencia sexual en escuelas, con el 73.9% de víctimas femeninas, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Adicional a lo anterior, en 2022, de las 11.7 millones de personas de 12 a 17 años que asistían a la escuela, el 28% reportó haber sido víctima de acoso escolar.
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Entre quienes sufren acoso, el 58% han sido rechazados o puestos en contra de sus compañeros, y el 56% han recibido burlas o apodos ofensivos.
Estos datos ponen de relevancia la necesidad de implementar acciones concretas para proteger a las estudiantes y garantizar un ambiente educativo seguro y libre de violencia.
Impacto y consecuencias del acoso escolar
El bullying o acoso escolar no solo afecta el rendimiento académico y la autoestima de las víctimas, sino que también puede desencadenar problemas de salud mental como ansiedad, depresión y, en casos extremos, suicidio.
La Unesco estima que el acoso escolar causa alrededor de 200 muertes al año a nivel mundial, lo que subraya la urgencia de implementar protocolos efectivos de prevención y atención.
El acoso escolar genera estrés agudo y trastornos emocionales que pueden perdurar a largo plazo, afectando la capacidad de los menores para relacionarse con los demás de manera saludable.
Finalmente, las víctimas pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima, sentimientos de aislamiento y rechazo, así como una imagen negativa de sí mismos, que afecta su bienestar psicológico.
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