En las Fintech no dejes pasar por alto el cuidado de tus datos
Se estima que el mercado Fintech hispano en Estados Unidos podría tener un valor de 1.8 billones de dólares para el 2029
No hay duda de que las Fintech están revolucionando la industria financiera al ofrecer servicios financieros innovadores y ágiles. Sin embargo, esta transformación también ha planteado desafíos en términos de seguridad y privacidad de datos. Solo 35% de las empresas que dependen en gran medida de esta tecnología dicen sentirse seguras.
Los desafíos
Entre los retos más grandes se encuentra la gran cantidad de datos sensibles que manejan, como información bancaria, transacciones y datos personales. Lo que las convierte en objetivos atractivos para ciberataques. Entre estas amenazas se pueden mencionar ataques de phishing (en donde los atacantes se hacen pasar por entidades confiables para obtener información confidencial), malware (cualquier programa o archivo diseñado para dañar, interrumpir o acceder sin autorización a sistemas informáticos), robo de identidad y brechas de seguridad.
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Otro reto se refiere al aspecto normativo. Las Fintech deben cumplir con regulaciones específicas según su ubicación geográfica y el tipo de servicios que ofrecen. Un incumplimiento de la ley puede resultar en sanciones financieras significativas que pueden variar dependiendo de la gravedad, así como de la legislación aplicable.
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Por ejemplo, en México, en 2021, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) impuso 24 sanciones que sumaron un total de 50.5 millones de pesos. Las multas individuales, en este país, pueden ir desde 84,490 pesos hasta más de 13 millones de pesos. Por lo que un comportamiento proactivo para proteger la información y cumplir con las regulaciones aplicables es lo deseable para salvaguardar la rentabilidad de las mismas. Esto implica diseñar sistemas y procesos con la privacidad en mente desde el principio. Así como aplicar principios de una autenticación sólida, crucial para garantizar que solo los usuarios autorizados accedan a los servicios financieros.
Es importante, pues, que el público en general, incluyendo el trabajo en conjunto con reguladores, bancos y otras instituciones financieras, presten constantemente atención sobre las mejores prácticas de seguridad.