Resuelve bien Cofece en procesadoras de pagos con tarjetas

Después de estar dos años operando sin pleno completo, finalmente este año la Comisión Federal de Competencia (Cofece) integró a los comisionados faltantes y fue designada la comisionada presidenta Andrea Marván Saltiel, retomando los casos pendientes, entre los cuales destacaba el de la competencia en el mercado de procesamiento de pagos con tarjeta de crédito o débito, servicio que en México operan dos cámaras de compensación, E-Global y PROSA.

Con una visión más clara e integral del mercado, finalmente la Cofece resolvió, en primer lugar, recomendaciones para eliminar barreras a la competencia y restaurar las condiciones de competencia en ese mercado dirigidas al Banco de México (Banxico), así como a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), buscando sobre todo que Banxico asuma un papel más activo en la formación, supervisión y vigilancia de la regulación del sistema de pagos con tarjetas.

En segundo lugar, el órgano autónomo ordenó a E-Global y PROSA la implementación de programas de cumplimiento y la designación de un oficial de cumplimiento para darles seguimiento.

Contrario a lo que algunos piensan, la resolución fue bien recibida por las procesadoras de pago, dado que la falta de competencia en el mercado es un asunto más allá de su alcance y que corresponderá atender a los organismos reguladores, en este caso Banxico y la CNBV; mientras las empresas cumplirán lo que proceda la normatividad.

Es así como quedaron descartadas propuestas como la venta de las cámaras de compensación y la entrada sin más de los gigantes globales VISA y Master Card, lo cual paradójicamente, hubiera resultado contraproducente para el mercado de pagos con tarjeta en México.

En nuestro país, E-Global y PROSA operan con un grado de eficiencia al mismo nivel de VISA y MasterCard. En el caso. De PROSA, apenas en julio pasado fue aceptada en el PCI Security Standards Council, como Principal Participating Organization. Se trata del Consejo de Normas de Seguridad de la Industria de Tarjetas de Pago (PCI SSC, por sus siglas en inglés) la cual está integrada por las principales compañías de tarjetas de crédito y débito a nivel mundial, con el propósito principal de desarrollar y mantener estándares de seguridad para la protección de datos de tarjetas de pago y promover buenas prácticas en la industria, siendo PROSA la única empresa mexicana en el organismo.

Las fiestas patrias y sus grandes ausencias

Como si se tratara de una velada privada, el presidente Andrés Manuel López Obrador habrá de celebrar las fiestas patrias al lado de los que considera sus fieles y no con los representantes de los otros dos poderes del Estado mexicano. En el caso del Poder Judicial, representado por la ministra Norma Piña, el cual se ha negado a validar sus ocurrencias por encontrarse al margen de la ley; mientras que en el poder Legislativo las ausentes serán la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, de filiación priista y la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, ella sí del partido oficial. Todas mujeres.

Así, el presidente de los mexicanos, en un acto de profunda trascendencia, se habrá de colocar así mismo como figura única, haciendo a un lado el artículo 41 de la Constitución que a la letra establece que “El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión”, así el “pueblo” -que López Obrador utiliza como bastón en cada uno de sus discursos-, verá limitada su representación por la voluntad, capricho o determinación de un solo hombre.

De esta manera el presidente se aparta de los valores democráticos que debieran regir a nuestra República restándole valor a esa autoridad moral de la que tanto se jacta y que lo muestra con un liderazgo limitado que le impide convivir con sus pares ya sea por pertenecer a un partido distinto al suyo o como en el caso de la ministra Piña por cumplir con el trabajo para el que fueron nombrados.

Qué bueno que la fiesta regrese a las calles tras esos días aciagos que privaron de la vida a muchos mexicanos, que el “pueblo”, ese del que formamos parte todos, no sólo la grey morenista, pueda celebrar a sus héroes y que haya música y baile, y que toquen Yahritza y el Grupo Frontera, o a quien el presidente prefiera convocar, pero los representantes de los otros poderes de la unión no pueden quedar marginados.

Friederich Nietzsche dijo alguna vez que “un político divide a las personas en dos grupos: en primer lugar, instrumentos; en segundo, enemigos”. Ciertamente se avecina un año electoral cuya tendencia, por lo que hemos visto en el sexenio, será la de exacerbar más los ánimos, polarizar, dividir. Más allá de los intereses partidistas sería tal vez un buen momento para la reflexión, para modificar el rumbo, para que los abrazos se repartan por igual y que no sean patrimonio de unos cuantos y que esas arengas del Grito alcancen un nuevo valor. Que desde el corazón salgan esos ¡Viva la democracia!; ¡Viva la fraternidad humana! ¡Viva el amor al prójimo!