La OCDE publicó su reporte “Health at Glance 2023”, que presenta una comparación de indicadores clave de salud de la población y el desempeño de los sistemas de salud de sus 38 miembros, la información con la que se elaboran estos indicadores es proporcionada por los propios países.
Es un documento muy útil para comparar de manera objetiva los resultados del sistema de salud mexicano comparado contra otros países, y puede ayudarnos a generar un mapa de ruta sobre el cual nuestro país debe trabajar para mejorar.
Tristemente, la historia que nos cuenta este documento no es muy distinta a lo que han arrojado otros documentos recientes como CONEVAL, ENIGH y ENSALUT. Los resultados de México en la mayoría de los indicadores son francamente malos. Nos refuerza que la salud en nuestro país no va en la dirección adecuada y se necesitan tomar decisiones para verdaderamente asegurar el derecho a la salud de los mexicanos.
En relación a la categoría Estado de Salud, aparece el indicador de esperanza de vida, y el dato para México fue de 75.4 años, que no solo está 4.9 años por debajo de la media de la OCDE, sino 2.3 años por debajo de lo que se reportaba en el año 2017. Si bien, ya no presentamos la esperanza de vida más baja, como sucedió en 2021, continuamos casi 5 años por debajo de la media de la OCDE.
Hay un preocupante incremento en el indicador de mortalidad evitable. Este indicador se refiere a los casos de muerte por procesos que disponen de tratamientos o medidas de prevención y que pueden evitarse si el sistema actúa de manera adecuada. Pasamos de 366 muertes en el 2021 a 435 en el 2023. Para la OCDE el promedio de este indicador ha ido a la baja y en 2023 es de 158, es decir casi una tercera parte del resultado en México.
De igual manera, es alarmante la tasa de mortalidad infantil en nuestro país que es tres veces la tasa promedio de la OCDE (12.7 vs 4.0) y la tasa de mortalidad materna que es casi 6 veces mayor a la del promedio de la OCDE.
Dentro de los factores de riesgo, una señal indiscutible de la necesidad de replantear las políticas contra la obesidad es el incremento que se ha presentado en la misma en 6 años. En el 2017 se reportaba por México una prevalencia de 33.3 y para el 2023 la prevalencia es de 36, por supuesto mayor a la media de la OCDE de 25.7.
El estudio presenta datos que confirman realidades que ya conocíamos: la cobertura de seguridad social en salud ha disminuido (20 puntos entre 2017 y 2023), y la inversión en salud es baja comparado contra el promedio de los países de la OCDE (5.4% del PIB en México comparado contra 9.2% del PIB en promedio para los países de la OCDE). Si se revisa la inversión de salud per cápita en dinero se ve aún más clara una realidad insoslayable: por más que hagamos más eficiente el gasto en salud, si seguimos invirtiendo apenas $1,000 USD al año por persona es prácticamente imposible que logremos los mismos resultados que el promedio de los países de la OCDE que cada año invierten cerca de $5,000 USD por persona en ese rubro. Tenemos que encontrar la manera de invertir más en nuestra salud. Hay que reconocer que no todo es negativo en el reporte. México ha tenido buenos resultados en indicadores importantes como prevención y reducción de suicidio y tabaquismo. Es importante reconocer y apuntalar estos logros, pero tenemos un largo camino por avanzar para lograr un sistema de salud que se equipare a los mejores del mundo.
