Bukele: el triunfo de la seguridad

Más de un presidente latinoamericano quisiera encontrarse en la sólida posición que mantendrá Nayib Bukele durante cinco años más tras ser reelecto para un nuevo periodo en la presidencia de El Salvador.

Mientras en México el presidente Andrés Manuel López Obrador presentaba un paquete de 18 iniciativas para reformar la constitución, la mayoría de ellas destinadas al fracaso al no contar con los votos suficientes en ambas cámaras, Bukele se jactaba de haber obtenido el 97% de las bancas en el congreso (58 de 60) y el 85% de los votos en las urnas.

Poco le importaron al “pueblo” salvadoreño las licencias que el Poder Judicial le otorgó a Bukele para contender por la reelección mediante un manoseo a la Constitución, no del todo transparente. La gente optó por el único presidente que les ha garantizado salir a la calle sin miedo a la delincuencia, y es que el mandatario le declaró hace dos años la guerra a las pandillas y a la inseguridad ciudadana. Desde entonces ha metido en prisión a 76 mil presuntos maleantes, eso sí, con métodos muy poco ortodoxos que le han ganado las criticas de los organismos internacionales que defienden los derechos humanos.

Al reverso, en nuestro país, el abrazar a los delincuentes no ha rendido frutos y este será el sexenio más violento tras la Revolución. Para acotar ese tema no hubo iniciativas, sólo promesas de inyectar más dinero a los jóvenes, muchos de los cuales estiran la mano mientras mantienen sus actividades ilícitas que en la mayoría de los casos quedan impunes.

El fenómeno Bukele reveló que una de las preocupaciones fundamentales para los pueblos de la región es la lucha efectiva contra la delincuencia y que estas poblaciones están dispuestas incluso a voltear hacia otro lado con tal mantener la protección de sus hogares y sus familiares. En materia económica, Bukele ha tenido una deficiente gestión con un sobre endeudamiento, su población se ha visto empobrecida y se ha incrementado el número de personas que migran por hambre y desempleo; sin embargo, los resultados en materia de seguridad le abrieron las puertas a un nuevo mandato.  

Ciertamente la democracia se encuentra ante un peligro inminente. Hoy Bukele concentra todo el poder, con el legislativo y judicial completamente en sus manos. La constitución salvadoreña le impide contender por un tercer mandato; sin embargo, está en posición de modificarla si ese es su deseo. Algo así les encantaría a algunos políticos de nuestro país. Hay que parar la oreja, votar por un mismo color podría resultarnos caro. Te lo digo Juan para que lo escuches Pedro.

Cáncer: prevención y diagnóstico

Los casos de cáncer aumentarán 77% a nivel mundial para el año 2050, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, atribuibles a factores como el consumo del tabaco y alcohol, la obesidad y la contaminación, pero también la desigualdad de oportunidades para recibir servicios médicos óptimos para prevención, diagnóstico y tratamiento. Por ejemplo, en países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) alto, una de cada 12 mujeres será diagnosticada con cáncer de mama, mientras que en países con un IDH bajo, sólo será diagnosticada una de cada 27. 

En México, las muertes por tumores malignos ocupan el tercer lugar, detrás de las enfermedades del corazón y la diabetes mellitus. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 10.6% de los fallecimientos que hubo en 2022 fueron por tumores malignos, y alerta que la tasa de defunciones por esta causa aumentó de forma constante, al pasar de 62.04 defunciones por cada 100 mil personas en 2012, a 68.92 en 2022.

Hay dos pasos que son fundamentales para la atención de cualquier enfermedad: la prevención y el diagnóstico. En la primera, la persona es clave para desarrollar hábitos de vida saludables, así como políticas públicas o privadas enfocadas a ello. En la segunda, recae en el trabajo de médicos y de las instituciones de salud la deteción y diagnóstico correcto para el consecuente tratamiento que corresponda. 

En esto último, se trata de un servicio integral conformado por especialistas que dispongan de los recursos, medicamentos y la tecnología necesarios para una atención óptima. Por ejemplo, de 2019 a la fecha, el IMSS ha invertido más de mil 300 millones de pesos en la adquisición de 146 mastógrafos, 360 equipos de ultrasonido y cuatro aceleradores lineales. Y eso son sólo datos de una institución pública, las inversiones de servicios privados se desconocen pero han de ser cuantiosas. A pesar de ello, probablemente sea insuficiente para lo que se viene con una enfermedad que tiene múltiples variantes y que, afortunadamente, cada vez es más fácil detectar, atender y curar.

Vivienda: cerca es mejor

Reducir las horas de congestiones viales un 20% pudiera aumentar 0.2% el crecimiento anual del PIB a nivel mundial, mientras que el costo proyectado a 2030 para México de los embotellamientos y horas pico en el tránsito vial es de 6.5% del PIB, de acuerdo a lo expuesto por Adrián Hidalgo, director comercial en la consultora inmobiliaria 4s Real Estate, en el primer webinar de 2024 de University Tower, la torre residencial más alta de Paseo de la Reforma, titulado “Perspectivas y Oportunidades Inmobiliarias CDMX 2024”.

“Este costo se refleja en calidad de vida”, afirmó en su participación Enrique Téllez, codirector de desarrolladora del parque. “Hoy los habitantes de la Ciudad de México han visto mermada su calidad de vida, lo que provoca que la población en general, en particular los jóvenes, empiecen a buscar lo que llamamos ‘una vida urbanita’, es decir, que vivo cerca del trabajo, porque entre mi residencia y mi lugar de trabajo voy a encontrar todo tipo de servicios que hacen la vida más agradable”, sostuvo.

De ahí la relevancia de proyectos en alcaldías céntricas, como la Cuauhtémoc. Tanto Hidalgo como Téllez destacaron la importancia de la conectividad, ya que las necesidades diarias ajenas al trabajo deben satisfacerse en máximo 20 minutos de traslado (caminando, en bicicleta o transporte alterno), ya que estudios muestran que si la vivienda está fuera del centro y lejos de opciones de trabajo, existe el riesgo de una alta tasa de abandono.

Por ello, una tendencia en las grandes urbes es que la ciudad sea la amenidad, es decir, tener cercanía con cultura, comercios, transporte, oficinas, escuelas, parques, hospitales, restaurantes y, por supuesto, vivienda.

Las perspectivas son optimistas. Según una encuesta a actores del sector sobre el mercado inmobiliario en México para este año, 63% aseguró que ve crecimiento para este año, la mejor perspectiva para un país latinoamericano, pues en el resto de la región sólo 4% vislumbran un fuerte crecimiento en el mercado para este 2024.