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Chiapas y los peligros de la negación

by El Consejero

Las escenas vividas el fin de semana pasado en Frontera Comalpa, en Chiapas, son dignas de un filme de terror. En ellas se observa con toda claridad como una columna de camionetas tripuladas por sicarios provistos de armas de alto poder y encapuchados, cruzan en procesión por la carretera federal 211, al tiempo que son ovacionados por una población que a estas alturas lo único que busca es la supervivencia.

Se escucha corear “¡Puro Sinaloa!” Lo que hace suponer el arribo de ese cártel a una localidad sometida desde hace tiempo a células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero también se desprende, de las imágenes, que los habitantes de esa región olvidada ya se resignaron al abandono de las fuerzas federales y hoy encuentran más viable poner sus esperanzas y su seguridad en otro grupo delincuencial que por lo menos les haga la vida menos miserable.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador no parece suceder nada grave. Se trata, dice, de una campaña de propaganda con fines electorales y los espontáneos podrían formar parte de las bases de apoyo a los delincuentes “porque les entregan despensas o por miedo, porque los amenazan, pero no es un asunto general, es un asunto muy limitado a una región”.

Lo cierto es que no se trata de un hecho aislado. A finales de mayo organizaciones indígenas y activistas alertaron que Chiapas se encuentra al borde de la guerra civil con paramilitares, sicarios de diferentes banderas y grupos de autodefensas. En un pronunciamiento público, los firmantes denunciaron que incluso el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es “hostigado, agredido y provocado constantemente” por paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano.

Los líderes de los pueblos indígenas lamentaron la complicidad ya fuera activa o pasiva tanto en el gobierno local como el federal; el primero, por solapar el crecimiento de grupos criminales y, el segundo, por guardar silencio cómplice frente a la situación imperante.

El que se estén dando cita en Chiapas dos de las principales fuerzas criminales que asolan al país, tendría que ser una mala noticia por donde quiera que se le vea, la lucha por el control de ese territorio fronterizo con Guatemala podría llevar a una guerra de proporciones insospechadas que arrastraría a los pobladores, muchos de los cuales podrían ser reclutados (voluntariamente o no) a encabezar la primera línea del frente.

Mal haríamos en minimizar una situación que se replica día con día en las distintas regiones del país. Resulta trágico que a plena luz del día el fin de semana pasado fuera secuestrada la presidenta municipal de Cotija, Michoacán. No, no ocurrió como estaríamos tentados a pensar en un camino rural, el plagio tuvo lugar en Zapopan, en el pleno corazón de Jalisco, uno los estados más importantes de la nación.

Y falla la App y no se puede pagar con tarjeta…

Cada vez hay más gente que tiene años que no firma un cheque o no sabe lo que es que en el banco reboten uno por falta de fondos, o que cobre su quincena en efectivo dentro de un sobrecito amarillo. Por el contrario, cada vez es más recurrente hacer pagos de menos de 200 pesos utilizando la tarjeta, compras en línea con tarjeta digital, transferir desde una aplicación bancaria para el pago de un servicio y hasta los impuestos, o confirmar que ya cayó la quincena.

Es por ello que, cuando no abre la aplicación o se cae el sistema, es una falla general que genera innumerables problemas serios a los usuarios: el retraso del alta de un paciente, un recargo en la colegiatura, el pago de la despensa en el supermercado. Esto puede suceder y afectar cualquier día del año y a cualquier hora. Es común que un banco sea tendencia en redes sociales por estas fallas.

Apenas este domingo, cuentahabientes de Citibanamex reportaron en redes que no podían acceder a su aplicación, con los consecuentes problemas de no poder consultar saldo o hacer transferencias o compras digitales. A principios de mes, le tocó a BBVA, con fallas en la aplicación y en la línea bancaria lo cual, aunque el banco aclaró que no era un bloqueo de la cuenta y la tarjeta, en los hechos para el cliente es eso, la imposibilidad de disponer de sus recursos.

A ello se suman problemas para el pago con tajetas de crédito o débito de ambos bancos en diferentes puntos de venta, debido a “intermitencias”, como les dicen algunos, aunque duren varias horas, imposibilitándose la transacción, lo cual termina no sólo por hablar mal del banco sino de la experiencia al cliente en el comercio afectado. No es poca cosa, considerando que BBVA y Citibanamex tienen más del 60% de la participación en estas operaciones bancarias, y el procesamiento de pagos digitales de ambas entidades bancarias son responsabilidad de Servicios Electrónicos Globales, mejor conocida como E-Global.

Extraño que, después de la experiencia inesperada de la pandemia y ya superada ésta, y una tendencia ascendente en el comercio digital, se sigan registrando problemas que deberían estar debidamente diagnosticados y solucionados para que sean los mínimos posibles y no elmotivo por el que sea tendencia en redes un banco.

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