Continuando con este recorrido cuya primera parte se publicó ayer, nos encontramos que abril estará marcado por dos de los tres debates presidenciales acordados por el Instituto Nacional Electoral, que permitirán a los ciudadanos contrastar las diferentes plataformas partidistas así como el modelo de país que proponen los candidatos. Como novedad, se buscará privilegiar la improvisación y espontaneidad de los debatientes dejando de lado los guiones preestablecidos como ocurría en el pasado. En estos primeros ejercicios participaran dos moderadores.
Otro de los eventos que dominarán la agenda, será la 48 edición del tianguis turístico a celebrarse en Acapulco, Guerrero, y que adquiere particular relevancia tras el paso del huracán Otis, que devasto la ciudad. Habrá que estar pendientes si para esas fechas ya se concretó la promesa presidencial de que ya estarían trabajando al 100% de su capacidad 35 de los hoteles afectados.
Mayo resultará un mes clave para el futuro de nuestro país y estará dominado por el tema electoral. Como una innovación, entre los días 6 y 20, emitirán su voto de manera anticipada las personas en prisión preventiva; cerrarán sus campañas los partidos políticos; y se celebrará el último debate presidencial el 19 de mayo.
Para junio se habrá de conocer el modelo de país que los mexicanos decidimos tener para los próximos seis años con la elección de la primera mujer que llega a la Presidencia. Todo puede suceder aunque se anticipa que, de no definirse con toda claridad, nos enfrentaremos a una serie de impugnaciones y procesos judiciales que ensuciarán el proceso.
Mientras el país seguirá su marcha y habremos de atestiguar si se inaugura al 100% el tren de pasajeros interoceánico en Salina Cruz, Oaxaca, como ofreció el presidente y si efectivamente se concluyó el Tren Suburbano Buenavista-Cuautitlán con la ampliación de un ramal que lleve al interior del AIFA.
En julio el presidente habrá de festejar el sexto aniversario de su triunfo electoral y, por qué no, al igual que los grupos pop adolescentes, realizará su gira del adiós de la que hasta el momento no se conocen los detalles.
El último día de agosto terminará el año de la presidencia del PAN en la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, para al día siguiente, ya en septiembre se instale la 66 legislatura del Congreso de la Unión recién renovado. Mes de intensa actividad legislativa, sobre todo si Morena y sus aliados lograran conseguir las dos terceras partes de los asientos en el Congreso lo que le permitiría a López Obrador reenviar sus fracasadas iniciativas constitucionales, las cuales sin lugar a duda serían aprobadas al vapor para fijar, ahora sí ya de forma sólida, su mal llamada Cuarta Transformación.
Septiembre servirá también para honrar la memoria de los 43 normalistas de Ayotzinapa quienes cumplirán el décimo aniversario de su desaparición forzada.
En octubre el presidente se va (a Palenque según dice) y llega su relevo. Sigue siendo un misterio si se consolidará el movimiento iniciado por López Obrador o el pueblo de México (del que participamos todos los ciudadanos) habremos votado por un nuevo cambio. Cinco días más tarde también habrá modificaciones en la administración pública pero esta vez en la Ciudad de México.
En noviembre habrá elecciones en la Unión Americana, un evento que mencionamos por el impacto que tiene a nivel interno en nuestro país, habida cuenta de que existe la posibilidad de que ambos países coincidan en iniciar con nuevas administraciones.
Técnicamente en diciembre podrían reabrir las estaciones del metro que van de Tezonco a Tláhuac, en la línea 12, luego de haber sido cerradas durante tres años y medio.