Recomendación rechazada: no más refinerías

A principios de año, en una de sus tantas sugerencias que suenan a instrucciones, el presidente López Obrador recomendó a quien le sucediera, construir otra refinería, porque él se arrepentía de no haber comprado otras dos y -según su cuenta-, dejaba cuatro: Dos Bocas, Deer Park, y las coquizadoras de Tula y Salina Cruz.

Probablemente el registro de las recomendaciones presidenciales por parte del equipo de la virtual sucesora comenzó después del 2 de junio, porque el lunes pasado, a pregunta expresa, Claudia Sheinbaum dijo que no estaban planeando construir más refinerías, pero sí consolidar las que tenemos, refiriéndose a que se alcanzará la autosuficiencia en hidrocarburos con la refinería de Dos Bocas y las coquizadoras de Tula y Salina Cruz, y de ahí pasó a hablar de avanzar en la transición energética.

Desde la campaña fue evidente que, aunque coincidía en mantener la rectoría del Estado en materia energética y el fortalecimiento de Pemex y CFE, la visión iba por el énfasis en las energías renovables y la diversificación de Pemex, como su posible incursión en el litio. Sheinbaum ha dejado claro que no va a haber rompimientos ni traiciones, hay muchas coincidencias, pero ante las expectativas de sometimientos, ya mandó una señal de algo que no habrá, y eso es otra refinería.

Como vimos en el sexenio, lo de cumplir plazos no es lo suyo de la 4T. Al estilo de las inauguraciones parciales de Dos Bocas, la “primera etapa” de la coquizadora de Tula arrancará este mes -en mayo se decía que sería en julio-, y la “segunda etapa” en diciembre, que es cuando realmente ya estará operando plenamente. La de Salina Cruz se ha pasado su fecha de arranque del último trimestre de 2025 al 2026. Es decir, será a Sheinbaum y no AMLO a quien realmente le tocará reinaugurarlas… junto con Octavio Romero Oropeza, si se deja.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte enterado