No pocos empresarios y emprendedores presumen tener resiliencia para sacar adelante sus proyectos y alcanzar el éxito. Sin embargo, en tiempos como los que atravesamos de incertidumbre política, económica y hasta ecológica, vale la pena replantearse dicha palabra. Antifrágil, concepto que desarrolló Nassim Taleb, bien podría ser adoptado por cualquier persona con un negocio.
Luego de desarrollar la teoría de la incertidumbre y del cisne negro, el ensayista nacido en Líbano publicó en el 2012 el libro Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden.
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¿Qué es ser antifrágil, de acuerdo con Nassim Taleb?
Ser antifrágil significa prosperar en la adversidad. Nassim Taleb define lo antifrágil como algo que no solo soporta el caos, sino que mejora con él. A diferencia de lo robusto, que resiste los golpes sin romperse, lo antifrágil se fortalece ante el estrés y la incertidumbre. Taleb sostiene que en un mundo lleno de incertidumbres, ser antifrágil es la clave para sobrevivir y crecer.
El concepto de antifragilidad contrasta con la fragilidad. Lo frágil se daña con el desorden. Taleb utiliza el ejemplo de una taza de porcelana: un golpe la rompe. En cambio, lo antifrágil, como el cuerpo humano que se fortalece con el ejercicio, se beneficia del estrés. “Algunas cosas se benefician de los choques; prosperan y crecen cuando se exponen a la volatilidad”, afirma el ensayista en su libro.
¿Cómo puede la antifragilidad beneficiar a un emprendedor o a un empresario?
Para empresarios y emprendedores, adoptar la antifragilidad significa no solo sobrevivir a las crisis, sino también prosperar gracias a ellas. En el mundo empresarial, la incertidumbre y el cambio son constantes. Aquellos que no se preparan para lo inesperado corren el riesgo de colapsar cuando surgen desafíos. Sin embargo, aquellos que adoptan la antifragilidad pueden convertir esas crisis en oportunidades de crecimiento.
Taleb argumenta que las empresas antifrágiles son aquellas que aprenden de sus errores y se adaptan rápidamente. “Lo antifrágil es lo que gana de los errores”, señala el ensayista libanés. En lugar de evitar el riesgo, los empresarios deberían buscar formas de beneficiarse de él. Las empresas que adoptan la antifragilidad se vuelven más resistentes y, en última instancia, más exitosas.
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Diversifica tus riesgos
No pongas todos tus huevos en una sola canasta. Taleb recomienda diversificar para reducir la vulnerabilidad ante eventos inesperados. Si una parte de tu negocio falla, otra podría prosperar. Esta estrategia te permite beneficiarte del caos y no temerle. “La estrategia de sobrevivir a los errores, y de aprender de ellos, se llama ‘diversificación'”, dice Taleb.
Adopta una mentalidad de aprendizaje continuo
Cada error es una oportunidad para aprender. Las empresas antifrágiles no ven los fracasos como algo negativo. Al contrario, los usan como un mecanismo para mejorar. Taleb sugiere que “el error es información y, por lo tanto, una fuente de antifragilidad”. Mantén una mentalidad de aprendizaje continuo y estarás mejor preparado para adaptarte a los cambios.
Fomenta la innovación constante
La innovación es clave para la antifragilidad. Taleb señala que la innovación se nutre de la experimentación y del fracaso. No tengas miedo de probar nuevas ideas y de fracasar en el proceso. Cada intento fallido te acerca a un producto o servicio más fuerte. Taleb escribe: “Lo nuevo se beneficia del error y del caos, lo viejo se rompe”.
