En un anuncio que ha sacudido el mundo empresarial de América Latina, la exitosa empresa mexicana Kavak reveló su decisión de retirarse de los mercados de Perú y Colombia de manera indefinida. A partir del 1 de enero de 2024, sus operaciones se detendrán en estas dos naciones, una medida que la compañía justifica tras un año de exhaustiva evaluación de las oportunidades en varios mercados de la región. Esta decisión se basa en el contexto macroeconómico global y local, así como en las perspectivas para los meses venideros.
El objetivo de Kavak es redirigir sus esfuerzos hacia mercados más rentables y de mayor crecimiento.
Un adiós planeado
Kavak tiene la intención de continuar operando en sus actuales locaciones en Bogotá y Lima hasta que puedan concluir satisfactoriamente todas las transacciones pendientes con sus clientes, honrar sus compromisos con los proveedores y llevar a cabo una transición suave para su equipo.
Los pasos previos
Hace tan solo unos meses, en mayo, Kavak inauguró una planta de reacondicionamiento de vehículos en Colombia, una instalación impresionante de 16,900 metros cuadrados con capacidad para procesar 2,500 automóviles al mes. Esta inversión ascendió a la suma de US$2.1 millones y reflejó el compromiso de la compañía en el mercado colombiano.
El desembarco de Kavak en Colombia se produjo en marzo de 2022, tras una inversión de US$40 millones en un esfuerzo por establecerse como el tercer mercado más grande de la empresa en la región, compitiendo incluso con Argentina.
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Por otro lado, en Perú, Kavak también realizó una inversión considerable de aproximadamente US$40 millones al abrir su operación en el país. La empresa tenía la ambición de triplicar sus ventas para fines de este año. Hasta ahora, Kavak mantiene su compromiso con esos mercados específicos.
Con presencia en ocho países de la región, Kavak ha logrado mantenerse firme en su compromiso de brindar soluciones innovadoras en el mercado de compra y venta de automóviles usados.
Hasta mayo de este año, la plataforma estaba valorada en unos impresionantes US$8,700 millones y contaba con el respaldo del gigante japonés SoftBank. Su trayectoria en América Latina continúa siendo un referente de éxito empresarial en la región.
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