Brigadas de ingenieros y protocolos de actuación ante sismos
Cuando ocurrió el sismo del 19 de septiembre de 2017, de manera inmediata, el Colegio de Ingenieros Civiles de México organizó 35 brigadas con más […]
Cuando ocurrió el sismo del 19 de septiembre de 2017, de manera inmediata, el Colegio de Ingenieros Civiles de México organizó 35 brigadas con más de 700 voluntarios entre ingenieros, arquitectos y estudiantes, para la revisión de inmuebles, resultando en la inspección de un total de 2 mil 500 estructuras en la Ciudad de México.
El Colegio ha dado continuidad a la experiencia, conocimiento y aprendizaje obtenido, así como participado en los avances en ingeniería sísmica y estructural, y este miércoles presentó presentó el Protocolo de Actuación Post-Sísmica y las Brigadas de Inspección CICM.
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El propósito del Protocolo y las brigadas es coadyuvar con el Gobierno de la Ciudad de México en los trabajos de inspección rápida de edificaciones de tipo habitacional dañados por un sismo fuerte. Derivado de estas inspecciones se sugerirá la conveniencia o no de habitabilidad de un cierto edificio.
“Aunque la alerta sísmica es una herramienta fundamental, la respuesta ordenada y preparada de la población es determinante para minimizar los riesgos”, comentó Mauricio Jessurun Solomou, presidente del Consejo Directivo de la también conocida como La Casa de la Ingeniería Civil, “después de un sismo, las respuestas incluyen atención inmediata a las emergencias médicas y de asistencia, pero también acciones estratégicas como la revisión de la seguridad de las edificaciones”, puntualizó.
En todas las actividades definidas en el Protocolo podrán participar de forma voluntaria y sin remuneración, ingenieros, arquitectos, estudiantes, quienes previamente serán capacitados en seguridad estructural, sobre todo para homologar criterios, para integrar brigadas compuestas por cinco integrantes cada una.
Para integrar las brigadas, se invita a profesionales, especialistas en estructuras, ingenieros civiles y arquitectos, a formar parte de las brigadas, inscribiéndose en la plataforma:
https://www.inspeccionsismicacicm.com/
El Protocolo es dinámico, es decir, con base en la experiencia que se acumulará en el futuro, se realizarán las adecuaciones necesarias para mejorar su funcionamiento y estar mejor preparados, porque no sabemos cuándo, ni de qué magnitud va a ocurrir, pero es seguro que volverá a temblar.
La Guardia Nacional siempre estuvo en Sedena
Este jueves inicia en la Cámara de Diputados la discusión de la reforma por la que la Guardia Nacional queda bajo mando militar, luego de que en abril del año pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declara inconstitucional la reforma aprobada entonces, considerando que la Constitución refiere su carácter civil.
La realidad es que desde que fue creada sin reforma constitucional, con reforma, y con fallo en contra de la Suprema Corte, en los hechos, la Guardia Nacional ha estado a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional. Con mandos castrenses comisionados a la Guardia, con un titular que sea militar retirado, las fuerzas armadas nunca han perdido el control de la institución de seguridad pública federal creada hace cinco años.
Esta reforma muy probablemente saldrá con menos problemas y no sorprendería que hasta con votos a favor de integrantes de la oposición, como en su momento sucedió con legisladores del PRI, ya ni hablar de que cuando llegue al Senado, Miguel Ángel Yunes encuentre también una conciencia a favor de la reforma y aporte un voto del PAN (es un decir formal).
Se trata de una reforma para hacer congruente la realidad con la ley. La Guardia Nacional es la última apuesta de un país que, desde que Ernesto Zedillo creó la Policía Federal Preventiva, cada sexenio ha tratado de descubrir el hilo negro con una nueva institución de seguridad pública con sello propio, sin considerar que precisamente esa falta de continuidad es el principal error en materia de seguridad pública de los últimos 30 años.