A medida que México se aproxima a las elecciones de 2024, consideradas las más grandes en su historia con la participación de más de 97 millones de ciudadanos, surge una creciente preocupación entre especialistas y legisladores sobre el desmesurado avance de la inteligencia artificial (IA) y su impacto en el proceso electoral.
La legislación actual parece insuficiente para abordar los riesgos significativos que la IA plantea, y es esencial examinar su papel en las campañas políticas. Aquí exploramos algunos de los posibles escenarios en las elecciones de 2024.
IA: posibles escenarios en las elecciones de 2024
- Manipulación de la Opinión Pública: El uso de algoritmos de IA permite el análisis de grandes cantidades de datos para identificar tendencias y preferencias de los votantes. Esta capacidad facilita la creación de campañas de desinformación, la difusión de noticias falsas y la generación de perfiles falsos en redes sociales, todo destinado a influir en la opinión pública y manipular las decisiones de los votantes.
- Falsificación de Contenido: La IA ha avanzado lo suficiente como para generar contenido multimedia falso, incluyendo videos, imágenes y audios. Este riesgo plantea la posibilidad de situaciones ficticias que podrían dañar la reputación de los candidatos o influir negativamente en la percepción pública, socavando así la confiabilidad de la información electoral.
- Suplantación de Identidad: La creación de chatbots y asistentes virtuales por medio de la IA permite imitar la voz y el estilo de comunicación de figuras públicas. Estos recursos pueden ser empleados para difundir mensajes engañosos, responder preguntas de manera manipulada o incluso participar en debates virtuales, todo sin la intervención directa de la persona suplantada.
- Perfilamiento de Votantes: Mediante el análisis de datos personales y comportamientos en línea, la IA puede crear perfiles detallados de los votantes. Esta información puede ser utilizada estratégicamente para dirigir mensajes políticos personalizados y adaptar las campañas con el fin de influir en segmentos específicos de la población.
- Ataques Cibernéticos: La infraestructura electoral, incluidos los sistemas de votación electrónica y las bases de datos de votantes, se encuentra vulnerable a los ataques cibernéticos. La IA puede ser instrumental para identificar vulnerabilidades en la seguridad y ejecutar ataques más sofisticados, como la manipulación de resultados o la interrupción de la infraestructura electoral.
- Neuromanipulación: La capacidad de la IA para analizar el comportamiento en línea puede llevar a estrategias específicas para influir en las emociones y decisiones de los votantes. La información personal puede ser utilizada para diseñar mensajes que exploren debilidades emocionales y psicológicas, creando así un terreno fértil para la manipulación.
Además de la inteligencia artificial, la ciberseguridad también figura entre las principales preocupaciones en el país, según expertos y la opinión pública.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador, en plena precampaña electoral, hace un llamado a “ganar la Presidencia” y obtener la mayoría en el Congreso en 2024. Aunque evita mencionar a Morena, el partido que fundó, destaca la importancia de asegurar la mayoría legislativa para garantizar el respaldo presupuestario necesario.
Cabe recordar que la ley electoral prohíbe a los funcionarios públicos realizar expresiones que vinculen a los procesos electorales en actos relacionados con sus funciones.
En este contexto, resulta imperativo abordar la brecha legislativa y fortalecer las medidas de seguridad para garantizar elecciones justas y transparentes en un entorno cada vez más influenciado por la inteligencia artificial.
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