El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que se caracteriza porque las personas se sienten inseguras o que no son lo suficientemente competentes o merecedoras de los logros que han alcanzado.
Quienes lo padecen tienden a atribuir sus logros a la suerte o a factores externos, en lugar de reconocer su propio esfuerzo y habilidades.
Este sentimiento puede generar una profunda ansiedad, autocrítica y miedo al fracaso, afectando tanto su bienestar personal como el rendimiento profesional.
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Según el Journal of General Internal Medicine el 82% de los empleados en todo el mundo, han sufrido el síndrome del impostor.
Síndrome del impostor eleva niveles de estrés y ansiedad
De acuerdo con Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, en ocasiones, el síndrome del impostor luce como miedo al fracaso, otras como inseguridad y parálisis laboral. Incluso, suele encontrarse en la sobreexigencia y el perfeccionismo de los colaboradores.
“Un equipo de trabajo cuyos integrantes padecen este síndrome suele lucir eficiente por fuera pero internamente se encuentra paralizado. A pesar de su competencia, los miembros sienten que no merecen desarrollarse y evitan asumir responsabilidades por temor a fracasar. Esto no solo eleva los niveles de estrés, también frena la colaboración efectiva e impacta de manera negativa en la productividad”.
En este sentido, la especialista resalta la necesidad de que las organizaciones tomen conciencia sobre la gravedad del síndrome del impostor y entiendan que su prevención es una responsabilidad compartida.
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Acciones para combatir el síndrome del impostor
A continuación compartimos algunas de las acciones que las compañías pueden implementar para ayudar a que sus colaboradores superen este síndrome:
● Incentivar la comunicación y retroalimentación laboral
Uno de los pilares para combatir este síndrome es el reconocimiento oportuno del trabajo bien hecho. Las empresas deben establecer un sistema de retroalimentación donde no sólo se planteen las áreas de oportunidad del colaborador, sino también se valore su esfuerzo y aciertos.
● Fomentar un ambiente laboral saludable
El ambiente de trabajo juega un papel esencial en la percepción de competencia de los empleados. Un entorno de confianza y colaboración donde se promueva la comunicación abierta ayudará a que los trabajadores se sientan más seguros de sus habilidades.
● Proporcionar apoyo psicológico
La salud mental es una condición sine qua non es posible mantener una alta productividad en los equipos de trabajo. Brindar asesorías psicológicas es una medida eficaz para apoyar a aquellos colaboradores que puedan estar experimentando el síndrome.
● Impulsar el desarrollo continuo y las soft skills
Es importante que las empresas promuevan una cultura de aprendizaje continuo en la que el error sea visto como una oportunidad de mejora y no como un fracaso. Esto permite que los colaboradores se sientan más seguros de sus habilidades y estén abiertos a la retroalimentación.
Además, el impulso de las soft skills como autoconfianza, gestión del estrés, toma de decisiones y resiliencia otorga a los empleados una granherramienta para enfrentar y prevenir el síndrome.
Finalmente, Yunue Cárdenas comparte que al promover un ambiente de trabajo positivo y brindar apoyo psicológico, las empresas mejoran las relaciones interpersonales, se vuelven más resilientes y se transforman en el lugar idóneo para trabajar, lo que atraerá el mejor talento.
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