En el contexto de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, México se encuentra en una posición estratégica, pero vulnerable. La imposición de aranceles recíprocos entre las dos mayores economías del mundo ha generado un impacto significativo en las cadenas de suministro globales. En 2025, los aranceles promedio impuestos por Estados Unidos a productos chinos han alcanzado un alarmante 145%, mientras que China respondió con tarifas hasta del 125% sobre bienes estadounidenses
De acuerdo con Manuel Herrejón Suárez, Director Ejecutivo de Masari Casa de Bolsa, uno de los mayores riesgos en medio de este conflicto, se centran en un eventual rediseño de las rutas comerciales, con empresas chinas que podrían utilizar las plataformas mexicanas como medio para exportar productos hacia Estados Unidos, aprovechando las ventajas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, Herrejón Suárez advierte que, esta estrategia contiene riesgos de triangulación comercial; “pone en riesgo la relación bilateral entre México y Estados Unidos y amenaza con desestabilizar el T-MEC, un acuerdo fundamental para el crecimiento económico de México”.
Al respecto, la presidenta de México Claudia Sheinbaum ha implementado medidas para fortalecer los controles aduaneros y garantizar que los productos exportados cumplan con las reglas de origen establecidas en el T-MEC. Aunque Herrejón Suárez considera estas acciones “ad hoc, aunque insuficientes”, reconoce que son un paso en la dirección correcta para proteger la integridad del comercio mexicano.
“(La presidenta) Sheinbaum ha subrayado la importancia de evitar que México sea percibido como un intermediario en la disputa entre Estados Unidos y China. Debemos reconocer que el gobierno mexicano ha comenzado a implementar tecnologías avanzadas para rastrear el origen de los productos y ha intensificado la colaboración con las autoridades estadounidenses”, comenta Manuel Herrejón.
A pesar de los riesgos y volatilidad del mercado internacional, el empresario mexicano con más de dos décadas de experiencia en el sector bursátil, destaca que nuestro país tiene la oportunidad de posicionarse como un mediador en este conflicto.
“El comercio entre Estados Unidos y China alcanzó los 583 mil millones de dólares en 2024, México puede aprovechar su posición geográfica y su red de acuerdos comerciales para facilitar el diálogo entre ambas naciones y debe jugar bien sus cartas; puede promover soluciones que beneficien a todas las partes involucradas”, afirma Herrejón Suárez.
En la actual administración de Donald Trump, Estados Unidos ha mantenido una política arancelaria agresiva, justificándola como una medida para corregir el déficit comercial con China, que en 2024 ascendió a 295.4 mil millones de dólares.