Adán, Zaldívar, el hermano de Irma Eréndira y Calderón
Acumulando ya más de 132 mil homicidios y feminicidios del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2022, lo que va del […]
Acumulando ya más de 132 mil homicidios y feminicidios del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2022, lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador ya registra más muertos que los 120 mil ocurridos en el sexenio de Felipe Calderón, y se acerca a los 156 mil de todo el sexenio de Peña Nieto.
Con esas cifras y hasta con señalamientos de haber favorecido al crimen organizado cuando fue gobernador de Tabasco, el ahora secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, salió a decir muy orondo que Felipe Calderón está siendo investigado por delitos de lesa humanidad por una denuncia presentada ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Suiza.
Resulta que se trata de una demanda que presentó hace casi 11 años, el 25 de noviembre de 2011 para ser exactos, el entonces activista Netzaí Sandoval, respaldando su acusación con más de 23 mil firmas, por delitos de guerra y de lesa humanidad, contra Felipe Calderón, miembros de su gabinete y contra los cárteles del narcotráfico. En las notas de aquellos días no se hace mención al operativo Rápido y furioso, aunque sí al Cártel de Sinaloa, también denunciado, aunque ahora omitido por el titular de Gobernación, quién sabe por qué.
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Desde entonces han pasado muchas cosas: la hermana de Netzaí Sandoval, Irma Erendira, fue secretaria de la Función Pública hasta junio del año pasado. Su cuñado, John Ackerman, fue echado de Canal 11 y La Jornada, según denunció el propio académico. Pero a Netzaí Sandoval no le ha ido mal: pasó de activista a director General y presidente de la Junta Directiva del Instituto Federal de Defensoría Pública, dependiente del Poder Judicial, que todavía preside Arturo Zaldívar, y ahí sigue desde 2019.
Lo anterior explica la foto publicada en Reforma este martes donde aparecen sonrientes John Ackerman, Irma Erédira Sandoval, Arturo Zaldivar y Netzaí Sandoval. La imagen es de 2019, si fuera reciente, tal vez hubiera salido Adán Augusto López.
La denuncia contra Calderón fue entregada al entonces fiscal de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo, quien en su periodo como fiscal (2003-2012), analizó 17 casos alrededor del mundo, abrió investigaciones en siete países, procesó a tres jefes de Estado por crímenes de lesa humanidad, así como a otras 28 personas.
Paradójicamente, a principios de noviembre de 2011, el fiscal Moreno Ocampo dictó una conferencia magistral en el Instituto de la Judicatura Federal, donde le preguntaron sobre la denuncia por crímenes de guerra contra Calderón. El fiscal fue enfático en que cualquier persona puede denunciar casos ante la CPI, pero ésta investiga responsabilidades penales, no decisiones políticas “y es muy selectiva”. Y mencionó dos criterios: primero, debe haber crímenes de lesa humanidad, de guerra o genocidio, no casos individuales y, segundo, el sistema de justicia nacional del país al que corresponda el caso tiene la prioridad para realizar la investigación y tomar acciones, y la CPI sólo podrá intervenir si esto no ocurre.
No sabemos si ahora, desde el Poder Judicial y con la venia de Arturo Zaldívar y del Ejecutivo, Netzaí Sandoval pueda revivir su denuncia de más de una década. Se ve difícil, considerando no sólo por no cumplir los criterios enumerados por el fiscal Moreno Ocampo, sino porque a este gobierno no se le da el Estado de Derecho y el cabildeo internacional.
Otra vez la FED en la mira
En cuestión de unas cuantas horas la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) estará dando a conocer sus expectativas financieras para el mes en curso tras la Reunión del Comité Federal de Mercado Abierto. Se da por descontado que la tasa de interés habrá de elevarse por sexta ocasión consecutiva en un intento, que por momentos parece desesperado, para mantener a raya una inflación que si bien se ha moderado tímidamente, está muy lejos de encontrarse bajo control.
La FED esta convencida, por lo menos eso es lo que ha afirmado su presidente, Jerome Powell, que la forma adecuada de ir controlando el incremento en los precios es mantener las tasas de interés al alza. Hasta el último reporte, el órgano contemplaba que la tasa de interés cerrara en 4.4% hacia finales de año hasta alcanzar un pico de 4.6% en 2023 para luego descender a 2.9% en 2025, claro, todo esto sujeto al proceso evolutivo de la economía y al impacto que la política restrictiva tenga sobre la inflación. Hace un par de semanas la Oficina de Estadísticas Laborales en la Unión Americana reveló que si bien la tasa de inflación interanual bajo por tercer mes consecutivo, hasta alcanzar el 8.2% en septiembre, los precios del consumo subieron cuatro décimas.
Aunque nada está escrito, el pronóstico de los especialistas es que, al igual que ha ocurrido en los tres meses anteriores, las tasas vuelvan a subir tres cuartos de punto porcentuales aún a despecho de que el costo del dinero se eleve impactando en los créditos, lo que como es sabido desalienta el consumo y la inversión asunto que no es menor, ya que en la Unión Americana el consumo representa las dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB). De cumplirse el vaticinio los mercados, en cambio pudieran beneficiarse con un alza de entre cuatro y cinco puntos porcentuales de acuerdo a JP Morgan.
En México el peso mantiene una gran fortaleza en buena parte por las expectativas de estabilidad que surgen al interior de la FED, sin embargo se trata de percepciones, habrá que esperar al anuncio emitido este miércoles en donde ya con elementos más sólidos sabremos a qué nos habremos de enfrentar al cierre del año.