El 1 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 25% a productos de México y Canadá, así como un 10% a los provenientes de China. Esta medida, sin precedentes en la relación comercial de América del Norte, entrará en vigor el 4 de febrero y ha provocado reacciones inmediatas.
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IMCO: México y Canadá responden con represalias comerciales
En respuesta, Canadá impondrá aranceles del 25% a 30 mil millones de dólares en importaciones estadounidenses y podría ampliar la medida a 125 mil millones de dólares más en los próximos 21 días. Además, aplicará restricciones al acceso de minerales estratégicos. México aún no ha detallado sus acciones, pero se espera una reacción similar.
El IMCO señala que problemas como la migración y la crisis del fentanilo requieren soluciones conjuntas, no barreras comerciales. La incertidumbre generada por estos aranceles podría frenar inversiones y reducir el poder adquisitivo de los consumidores en los tres países.
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advierte que los aranceles serán particularmente severos para las industrias integradas en la región, como la automotriz, aeroespacial, electrónica y agropecuaria. Además, destaca que la barrera comercial aumentaría costos de producción y afectaría la competitividad frente a otros mercados.
Llamado a la cooperación y defensa del T-MEC
El IMCO insta a México y Canadá a defender el espíritu de apertura e integración regional. Además, pide a gobiernos estatales, empresas, cámaras industriales y sindicatos que presionen para evitar que esta guerra comercial afecte la estabilidad económica del bloque.
México debe continuar el diálogo con sus socios del T-MEC para preservar un comercio libre y fortalecer la economía regional. Las soluciones deben centrarse en la cooperación y no en medidas proteccionistas que afecten a millones de empleos y consumidores.
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