Conocer a nuestros clientes ayuda a definir productos, estrategias e incrementar las ventas

La venta y adquisición de productos ha formado parte de la historia de la humanidad desde hace miles de años, pero, el comercio como lo conocemos hoy en día dista mucho de ser una actividad de solo comprar y vender artículos entre dos personas dentro de un local.

En la actualidad el ecommerce hace posible que alguien pueda enviar sus productos a distintas partes del mundo por medio de una plataforma digital. Una reciente investigación de Morgan Stanley indica que los mercados donde el ecommerce recién comienza a ganar fuerza, así como los nuevos segmentos, son los que muestran mayor tendencia de crecimiento; por ejemplo, el Sureste de Asia o América Latina, con 17% y 20% de crecimiento respectivamente para los próximos cinco años.

Las ventajas que da el comercio electrónico

Las ventajas que da el comercio electrónico abarcan segmentos e industrias con alto potencial, como ropa, belleza, autopartes y coleccionables. Y aunque hacerlo es cada vez más sencillo, también se suman a la ecuación algunos factores que determinan la frecuencia de ventas, el incremento de clientes, e inclusive la reputación de un negocio.

La figura principal que determina estos factores es el cliente, y entre más información se tenga de quién está al otro lado de la pantalla, más eficiente será una venta digital. Por lo que es necesario saber y entender ¿Quiénes son? ¿Cómo compran? ¿Cómo buscan? ¿Qué experiencia esperan al comprar en una plataforma? y ¿Cómo llegaron a ella?

A pesar de las herramientas digitales que sirven para segmentar y comprender mejor al comprador, el factor humano sigue estando presente a cada paso de la venta. Por ello conectar con ellos y no reducirlos a un número más dentro de una base de datos es clave para que una plataforma logre impulsar las ventas de un emprendedor.

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En este sentido, es necesario conocer a sus consumidores con la finalidad de incrementar las ventas, y para lograrlo hay múltiples formas, por ejemplo:

• Ayuda a definir productos: En muchas ocasiones las tiendas digitales son la única alternativa para encontrar productos específicos que no se encuentran en tiendas tradicionales. Precisamente el conocer a los compradores y segmentarlos por gustos e intereses puede dar una noción certera de qué están buscando y qué se puede vender más fácilmente.
• Opiniones de venta o producto: Una opinión negativa puede influir e impactar mucho más que un par de opiniones positivas. Por ello, en la medida en la que entendamos lo que busca el comprador podremos mejorar el proceso de venta y generar así una experiencia de compra óptima. No es sólo responder las dudas previas a la venta, sino dar seguimiento a la post venta y recibir el feedback con la intención de cambiar los procesos y mejorarlos.
• Adoptar tendencias: Si bien no todos los negocios viven alrededor de las nuevas tendencias del mercado, hay muchos que sí pueden crecer considerablemente al escuchar sobre las modas que reinan en el mercado. Por ejemplo, en el ámbito tecnológico o de sneakers, es vital analizar lo que está buscando el cliente en ese momento y lo que está colocándose como una tendencia en las calles.
• Puede afinar la estrategia de venta: Saber a quién le estamos vendiendo puede definir estrategias muy simples pero eficaces, por ejemplo, si nuestro grupo objetivo son jóvenes, debemos de prestar particular atención a las imágenes de nuestros listados, ya que muchos sólo verán la imagen para decidir comprar algo. También definir políticas de envío atractivas podría ser una gran opción para cerrar una venta. 

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