Los emprendedores son personas visionarias, creativas, perseverantes y dispuestas a salir de su zona de confort. Esto tienen en común. Sin embargo, no todas decidieron tomar las riendas y llevar a la práctica su idea de negocio por el mismo motivo: algunas lo hicieron por casualidad, otras por necesidad y algunas más simplemente quisieron contribuir a un mundo mejor.
“Pero sin importar cuál o cuáles han sido sus razones para emprender, la realidad es que todos los que hemos decidido dar este gran paso nos hemos encontrado inmersos en un dilema: ¿seguimos nuestra pasión o aseguramos los ingresos económicos de nuestras familias?”, menciona Daniel Marcos, co-fundador y CEO de Growth Institute.
Pero cada uno de nosotros asume esta interrogante de diferente manera. De acuerdo con el director de la compañía líder en capacitación para ejecutivos de empresas en crecimiento, depende mucho del tipo de emprendedor que somos o con el que nos identificamos. Por ello, antes de dar el gran salto, Daniel Marcos recomienda tener claros los motivos por los que vamos a emprender, pues de esta manera asumimos mejor los retos que están por venir.
Si bien, no hay una clasificación establecida, John Warrillow, empresario, conferencista, inversionista y autor del libro “The Automatic Customer”, asegura que son tres los tipos de emprendedores que existen en el mercado:
1. Escalador de Montañas. Este tipo de emprendedor se caracteriza por querer cambiar al mundo, es decir, le importa mucho el impacto que su producto o servicio esté generando en su público objetivo. Es agresivo en sus metas; la palabra no está fuera de su vocabulario. El autor lo describe como un personaje que, incluso, puede derrocar a su competencia como parte de su estrategia de posicionamiento.
“De la misma manera de un profesional que se dedica a escalar, este emprendedor es disciplinado, sabe que es necesario prepararse con anterioridad para lograr sus metas establecidas. Es perseverante, claro, pero además es realista y está completamente enfocado en que todo aquello que le ofrece al mercado es para generar un cambio en él”, agrega Daniel Marcos.
2. Luchador por la Libertad. Si hay alguien que esté harto de la monotonía y de estar encerrado en cuatro paredes, es este tipo de emprendedor. De acuerdo con John Warrillow, únicamente incursiona en proyectos que le permitan tener un balance entre su negocio y un estilo de vida independiente.
“Ellos quieren hacer las cosas bajo sus propios términos. ¿Estar anclados a un solo lugar? Nunca, estos emprendedores necesitan libertad, independencia y, sobre todo, la posibilidad de hacer negocios sin que alguien les pida rendir cuentas. Los Luchadores por la Libertad tienen un estilo de vida que no van a cambiar”, añade el CEO de Growth Institute.
3. Creador de Personas. Ellos solo quieren hacer el trabajo. Están tan enamorados de su producto, que harían lo que fuera necesario para continuar con este proyecto que tanto les encanta. Su objetivo es claro: disfrutar sus actividades, gozarlas y, por qué no, obtener beneficios de ellas.
“En este grupo de emprendedores queda muy bien el dicho popular ‘elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día’. Son personas que diseñan su negocio desde la perspectiva de disfrutar lo que hacen. No se cierran ante los obstáculos. Por el contrario, siempre se abren a las soluciones porque no están dispuestos a dejar las actividades que les gustan”, añade Marcos.
Cada emprendedor es único. Y aunque podrá haber coincidencias entre ellos, la realidad es que todos tienen algo que los caracteriza y que les permite realizar el trabajo diario, asumir responsabilidades y hacerle frente a los retos de manera particular. Si todavía no sabes a qué grupo perteneces, en este contenido de Daniel Marcos puedes descubrirlo.
Para el co-fundador y CEO de Growth Institute, la clave está en no casarse con un estilo. Claro que tener más coincidencias con uno u otro es normal, pero en el mundo del emprendimiento, el éxito está en adaptarse a los escenarios: “quizá en algún momento se requiera ser más práctica y solo pensar en números, pero, en otro, la pasión y la motivación sean los ingredientes necesarios para cumplir un objetivo”, concluye.
