Un articulo hecho por “The Economist” llego a la conclusión de qué las mujeres ricas son más delgadas que las pobres, pero los hombres ricos son tan gordos como los pobres.
De acuerdo con el texto, numerosos estudios encuentran que a las mujeres obesas o con sobrepeso se les paga menos que a sus pares más delgadas, mientras que hay poca diferencia en los salarios entre los hombres obesos y los hombres en el rango “normal” médicamente definido. Hay excepciones: un estudio sueco encontró que a los hombres obesos se les pagaba menos, pero a las mujeres obesas no.
Pero la investigación en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Dinamarca sugiere que las mujeres con sobrepeso tienen salarios más bajos.
A las mujeres delgadas se les retribuye más económicamente por su aspecto
En Estados Unidos e Italia, la relación entre ingresos y peso u obesidad es plana para los hombres y descendente para las mujeres. En Corea del Sur, la correlación es positiva para los hombres, pero está más que compensada por la marcada correlación negativa en las mujeres. Por otro lado, citando a la autora, en Francia, la relación desciende suavemente para los hombres, pero la pendiente es mucho más pronunciada para las mujeres.
Este tipo de patrones parecen mantenerse en la mayoría de los países ricos y parecen sólidos para varias formas en que se puede medir el peso o la obesidad.
¿Pero por qué? Pues cómo lo explica Política Básica, para subir la escalera económica, a la mujer se le exige cumplir con cánones de belleza. No es sólo si eres rica eres delgada, es que para ser rica (tener una posición de poder económico), se te exige antes ya cumplir con ciertos rasgos físicos. A las mujeres se les retribuye más económicamente por su aspecto, mientras que a los hombres no.
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La economía de la delgadez, situación en México:
Sin embargo, lo anterior no sólo sucede en un terreno externo, pues de acuerdo con la Tesis ¿Son las mujeres obesas menos empleables? Para las mujeres mexicanas que no entran dentro de esta delgadez estipulada, la diferencia en la tasa de respuesta dentro de un proceso de contratación es de 8 puntos porcentuales, significativa al 1%.
Es decir, de acuerdo con los resultados arrojados por Eva Maricela González Garza, la mujer obesa requiere enviar 36 por ciento más solicitudes para recibir el mismo número de respuestas que la mujer que sí cumple con los estándares de belleza designados.
Si bien los estereotipos son una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable. La trabajadora femenina que padece algún rango de obesidad es vista como menos competente, productiva, trabajadora, organizada y exitosa.
Estos estereotipos, en ocasiones inconscientemente, juegan un papel importante en decisiones de contratación. Los auotres Agerström y Rooth encuentran una relación entre los estereotipos negativos, capturados por el IAT56, y la probabilidad de invitar a solicitantes con obesidad a una entrevista.
Las características con las cuales son relacionados los trabajadores obesos son, particularmente, características de personas menos productivas. Es decir, en un ambiente donde el trabajo es 55 por ciento medible, se cree que los empleados obesos realizaran una cantidad menor de trabajo que los empleados no obesos, controlando por características observables.
Sin embargo, la sanción para una mujer obesa es significativa y le cuesta alrededor del 10% de sus ingresos y menos probabilidades de ser contratada que a un hombre.
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