Cuando tomamos la decisión de vivir en pareja con la persona a la que amamos, estamos seguros de que será una experiencia maravillosa en la que todo es armonía y felicidad.
Sin embargo, en ocasiones, la convivencia cotidiana suele ser compleja, sobre todo cuando se presentan algunos desacuerdos que pueden escalar a un problema mayor, si no existe la suficiente comunicación con la pareja.
Desde pequeños detalles que pueden incomodar a uno de los dos, por ejemplo, dejar la ropa tirada, no guardar los platos en el lugar correcto o tomar las cosas del refrigerador que le pertenecen al otro, entre otras cosas; suelen intensificar las emociones negativas, y generar un estado de burnout amoroso, que puede llegar a desgastar la relación.
Así es, por muy tonto que esto suene, hay parejas que no pueden superar este tipo de situaciones y optan por vivir separados.
Burnout amoroso y estrés emocional
En este sentido, expertos en psicología y relaciones de pareja, señalan que habitualmente, las personas experimentan el llamado burnout amoroso, un síndrome muy común entre las parejas que están expuestas a situaciones de mucho estrés emocional, debido a problemas económicos o bien porque tienen que conciliar sus actividades profesionales con el cuidado de la familia, las labores del hogar y sus proyectos personales.
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El burnout amoroso es un estado emocional negativo, en el que están presentes la tensión, la agresividad, la falta de empatía, y por ello es difícil establecer una buena comunicación con el otro para llegar al entendimiento y solucionar los malentendidos.
Además, el burnout amoroso puede generar falta de confianza en uno mismo, así como la sensación de haber fracasado en la relación de pareja; e incluso sentirse decepcionado porque el otro no cumple con las expectativas que nosotros mismos nos creamos sobre ella o él.
Consejos para tener una convivencia sana con la pareja y evitar el burnout amoroso
A continuación, presentamos algunos consejos prácticos para convivir con nuestra pareja y mantener una relación basada en el amor y el respeto mutuo.
1. No idealizar a la pareja
Es común que, al iniciar una vida en pareja, nos formemos ciertas expectativas sobre cómo debe actuar el otro, y cuando esto no sucede, nos sentimos defraudados.
Por ello, es importante no idealizar, y aprender a mirar al otro tal y como es, con sus defectos y virtudes; y, sobre todo, ser conscientes que al igual que nosotros, es un ser individual que debe ser aceptado tal y como es.
2. Mantener un comunicación constante y abierta
Establecer una comunicación abierta, basada en la confianza, no siempre resulta fácil. Sin embargo, es importante hablar tranquilamente para expresar como se siente cada uno respecto a una situación que esté ocurriendo, o bien, ante alguna conducta que nos molesta.
Está más que comprobado que la falta de comunicación es una de las principales causas que genera conflictos, y una razón por la que muchas parejas acuden a terapia.
3. Respetar la individualidad del otro
Hay que tener claro, que antes de conocer a nuestra pareja, ella o él tenían una vida propia, con proyectos, actividades y planes personales.
En este sentido, es importante respetar su individualidad, y ser conscientes que no somos dueños de nuestra pareja.
Hay que aprender a disfrutar y compartir de la mejor manera el tiempo que pasamos juntos; pero también hay que tener claro que, en ocasiones, por salud mental y por el bien de la relación, es conveniente realizar actividades por separado; como salir con los amigos, visitar a la familia, acudir a un gimnasio diferente, tratando de mantener cierta independencia.
Esto a la larga fortalecerá la relación, ya que ambos tendrán nuevos temas de conversación y disfrutarán más de su compañía.
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4. Establecer acuerdos
Desde el primer momento en el que decidan vivir en pareja, es importante establecer acuerdos, sobre todo en la parte económica, es decir, definir cómo se dividirán los gastos del hogar, incluida la alimentación.
Los especialistas coinciden que, el tema del dinero genera mucho estrés entre las parejas, sobre todo, si sólo uno es el que asume la mayor carga de los gastos; y eso a la larga genera ese burnout amoroso que afecta la convivencia.
Lo mismo ocurre con las tareas del hogar, es importante que los dos colaboren y que expresen aquello con lo que no están de acuerdo, a fin de encontrar una solución; sobre todo, cuando comiencen a llegar los hijos, ya que el cuidado y la educación de los pequeños, es responsabilidad de ambos.
Finalmente, siempre es bueno buscar la ayuda de un profesional, que, sin duda, nos hará ver las cosas desde otra perspectiva para encontrar la raíz del problema y solucionarlo con el apoyo mutuo de la pareja; para transitar de manera exitosa cada una de las etapas de la relación.
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