En marzo de 2023, Elon Musk anunció la construcción de una gigafábrica de Tesla en Nuevo León. Sin embargo, a la fecha, lo único que hay es ese anuncio, porque no se ha puesto ni la primera piedra del proyecto y sí hay un anuncio de recorte de personal de 10 mil puestos a nivel mundial, una baja en el ritmo de ventas en 2023 respecto a 2022, una baja de precios de los modelos de Tesla en varios países, incluido México, donde ya el Model 3 vale prácticamente lo mismo que el BYD Seal… y BYD tiene todavía modelos más baratos.
La automotriz china BYD, ha dado muestras de interés por construir una planta de autos eléctricos en nuestro país, sólo para el mercado mexicano, según dicen. Los vecinos del norte no creen esto último, pues construir los autos en México permitiría a BYD evitar el pago de altos aranceles de importación que se aplican a los autos provenientes de China, compensando el bajo costo de la mano de obra china, además de la proximidad inmediata con Estados Unidos, sin olvidar los apoyos que para expandirse reciben las empresas chinas por parte de su gobierno.
En el cuarto trimestre del 2023, BYD superó a Tesla como el mayor vendedor de vehículos eléctricos del mundo. Hoy en día, los autos de marcas chinas tienen casi el 10% de las ventas totales en el mercado nacional, particularmente con vehículos de alta gama y eléctricos. Su ventaja: tecnología de punta y precios accesibles.
Ha trascendido que, a petición de Estados Unidos, México no dará incentivo alguno a los fabricantes chinos para que produzcan vehículos aquí, pero eso no tranquiliza al país vecino. El tema de la producción de autos eléctricos y autopartes chinos, no se diga su exportación a Estados Unidos, será seguramente uno de los temas para la primera revisión del T-MEC programada para 2026.
El endurecimiento de regulaciones por parte de Estados Unidos para evitar la entrada de autos y autopartes chinos es algo que tienen muy presente los directivos de BYD. Por ello, cautelosamente, han dicho que será hasta fin de año cuando anuncien dónde construirán su planta, adelantando sólo que sería en el centro o sur de México. En ese sentido se han mencionado Hidalgo, Guanajuato, Yucatán, Puebla y no se descarte algunos de los polos industriales del Corredor Transístmico de Oaxaca o Veracruz, pero nada concreto y sí muchos contras.
La ley de Amnistía, un nuevo salto a la impunidad
Una agencia de pasaportes a la impunidad es el regalo que los legisladores del partido oficial y sus aliados obsequiaron de despedida a su tlatoani la madrugada del jueves. La Ley de Amnistía, presuntamente creada para estimular le testificación de personas involucradas en algún delito que aporten datos para resolver “casos relevantes para el Estado mexicano”, es realidad un cheque en blanco que tarde o temprano nos habrá de pasar la factura a los mexicanos, porque de golpe rompe todos los candados para evitar la concentración de poder en un sólo hombre por mucha calidad moral que este diga tener.
La ley, hay que decirlo, es un traje cortado a la medida del presidente Andrés Manuel López Obrador, que de esta manera se coloca por encima de los los otros dos poderes de la unión. A partir de su publicación no importará que tan bien hagan su trabajo las fiscalías o los jueces, ahora bastará una palabra del jefe del Ejecutivo para que un presunto delincuente, que ya haya sido sentenciado o que este en proceso, quede automáticamente en libertad así haya sido narcotraficante, violador, secuestrador, tratante de personas, pederasta, lo que se nos ocurra.
La idea de que la flamante ley ayudará a resolver el Caso Ayotzinapa, como el presidente la oferta, resulta por decir lo menos inverosímil, lo que sí se muestra diáfano es que se trata de una red de protección para él y para los suyos en caso de que la Cuarta Transformación vea frenada su marcha y que los nuevos responsables de los destinos de la nación pretendan llevarlos ante los jueces por sus muchos yerros amen de su falta de transparencia.
La ley será impugnada, la oposición afirma que se violan cuando menos 15 artículos constitucionales. De acuerdo a la diputada Rocío Reza, de entrada se viola el 89 constitucional que establece claramente las atribuciones y obligaciones del presidente entre las cuales evidentemente, no está la de conceder clemencia de acuerdo a su criterio.
Es de preocupar la actitud de los legisladores de Morena y sus aliados que actúan como si fueran a permanecer en el poder eternamente estableciendo una mecánica en donde la impunidad fuera el combustible que mantuviera la maquinaria en movimiento; sin embargo, nada está más lejos de la realidad y, como señaló el senador Daniel Zepeda, pudiera llegar el día en que un tirano llegue al poder, que venda indultos y que se asocie con delincuentes y no habrá presidente quien quiera derogar esta ley, porque ningún mandatario estará dispuesto a abandonar este súper poder.