El FMI anticipa recesión en 2023: Claves para entender el escenario actual

El Fondo Monetario Internacional recortó su pronóstico de crecimiento global para 2023 en medio de las presiones contrapuestas de la guerra en Ucrania, los altos precios de la energía, los alimentos, la inflación y las tasas de interés cada vez más altas, advirtiendo que las condiciones podrían empeorar significativamente el próximo año, anunciado una posible recesión mundial el próximo año.

ALERTA Petróleo #WTI recae debajo US$90
Abre hoy martes con fuerte baja por anuncio de recesión mundial para 2023: -1.42% a US$89.84
A pesar de eso se encuentra todavía +US$11.51 y +14.7% arriba de precio de 10-2021 (US$78.33) pic.twitter.com/gJZ3a2xhLR

— Henri Hebrard (@HebrardH) October 11, 2022

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¿Pero, de dónde viene el fantasma que anticipa una recesión en 2023?

En su informe, el FMI expuso tres eventos importantes que actualmente obstaculizan el crecimiento: la invasión de Rusia a Ucrania, la crisis del costo de vida y la desaceleración económica de China, los cuales de manera conjunta crean un período “volátil” económica, geopolítica y ecológicamente que apunta a una recesión en 2023.

CLAVES

1. Guerra en Ucrania: La guerra en Ucrania continúa “desestabilizando poderosamente la economía global”, según el informe, y sus impactos provocan una crisis energética “grave” en Europa , junto con la destrucción en la propia Ucrania. El precio del gas natural se ha más que cuadruplicado desde 2021, ya que Rusia ahora entrega menos del 20 por ciento de los niveles de 2021. Los precios de los alimentos también han subido como resultado del conflicto.
2. La crisis del costo de vida: La inflación global probablemente disminuirá a 6,5 por ciento en 2023 y a 4,1 por ciento para 2024, según el pronóstico del FMI. La agencia destacó el endurecimiento de la política monetaria en todo el mundo para combatir la inflación y la “poderosa apreciación” del dólar estadounidense contra otras monedas.
3. Desaceleración económica de China: La “política de cero covid” de China, y los bloqueos resultantes, continúan obstaculizando su economía. La propiedad representa alrededor de una quinta parte de la economía de China, y mientras el mercado lucha, las ramificaciones continúan sintiéndose a nivel mundial.

Estos 3 sucesos hacen de la recesión un futuro cada vez más cercano.

Sin embargo, ante dicho escenario, el Banco Mundial dio a conocer una serie de consideraciones para que los bancos centrales mantengan sus esfuerzos por controlar la inflación, sin provocar una recesión mundial.

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Entre los puntos más importantes destacan los siguientes:

• Los bancos centrales deben comunicar con claridad las decisiones en materia de políticas, salvaguardo al mismo tiempo su independencia. Esto podría ayudar a anclar las expectativas inflacionarias y reducir el grado de restricciones necesarias.
• En las economías avanzadas, los bancos centrales deberían tener presente los efectos secundarios transfronterizos del endurecimiento de la política monetaria.
• En los mercados emergentes y las economías en desarrollo, deberían reforzar las regulaciones macroprudenciales y crear reservas de divisas.

Por otro lado, en el estudio se destacan las circunstancias extraordinariamente difíciles bajo las que los bancos centrales luchan contra la inflación en la actualidad. Varios indicadores históricos de recesiones mundiales ya son advertencias intermitentes.

Sin embargo, actualmente la economía mundial se encuentra ahora en su retroceso mas pronunciado tras una recuperación posterior a una recesión desde 1970. Sumando a esto, la confianza de los consumidores en el mundo ha bajado de manera más pronunciada que en el período previo a las anteriores recesiones mundiales.