La industria del tabaco a nivel mundial ha sido históricamente controversial. Durante décadas su rentabilidad ha estado basada en un producto que provoca estragos irreparables para la salud humana debido a su consumo excesivo.
Tan solo en México, ese nicho de mercado satisface a una demanda de más de 14.3 millones de adultos fumadores, de 15 años y más, según el informe de la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS 2015).
No obstante, este grupo de consumidores también puede traducirse en un grupo poblacional en potencial riesgo sanitario, debido a la exposición a las toxinas que expulsa el humo de los cigarrillos convencionales.
Así se refleja en México, dónde ocurren al rededor de 170 muertes al día por enfermedades derivadas del tabaquismo, entre las cuales se encuentran el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y problemas cardiovasculares, según lo recabado por el Instituto de Epidemiología de la UNAM.
La industria propone alternativas para los fumadores
Por consiguiente, la iniciativa privada y pública ha implementado medidas para contrarrestar las preocupantes cifras anuales relacionadas con patologías y decesos que son consecuencia del abuso al consumo de tabaco.
Entre estas estrategias se encuentran alzas en los impuestos a los productos, etiquetados frontales para generar conciencia y el surgimiento de alternativas que reducen los daños a la salud de los fumadores.
En el último apartado de soluciones aparece Philip Morris International (PMI), empresa tabacalera que durante más de una década ha trabajado en estudios e innovación para la elaboración de un catálogo de “productos libres de humo“, de los cuales destaca IQOS como su dispositivo insignia.
Con el objetivo de reducir el impacto sanitario inminente que proviene del consumo del tabaco, la firma ha desarrollado un artefacto calentador de tabaco. Este aparato elimina la combustión de la nicotina y, en consecuencia, PMI promete que disminuye significativamente la producción e ingesta de las más de 8 mil toxinas localizadas en el humo de los cigarrillos.
IQOS actualmente se enfrenta a una imposición gubernamental, en la que se prohíbe su importación, distribución y comercialización en México.
En medio de esto, PMI ha enfocado sus esfuerzos para mantener sus productos libres de humo en el mercado mexicano, a la par de promover la regulación de los mismos para derribar las barreras de la legislación.
A la espera de una resolución por parte de las autoridades, Catalina Betancourt, directora de Relaciones Externas de PM México, compartió con Mundo Ejecutivo las especificaciones que hacen de IQOS una alternativa viable para saciar el consumo del tabaco entre los fumadores.
Conoce a continuación un listado de ventajas y desventajas que implicaría la adopción de los productos alternativos en el consumo de tabaco.
Ventajas en el uso de los calentadores de tabaco
Un mercado internacional que ha aceptado el producto
Catilina reveló que, actualmente, los productos libres de humo representan el 30 por ciento de los ingresos netos de PMI.
Artículos como los calentadores de tabaco, hoy en día son comercializados en más de 70 países y utilizados por un aproximado de 20 millones de usuarios, es decir por el 0.02 por ciento de los más de mil millones de fumadores que existen en la actualidad a nivel global.
“Nuestra meta es que, para el 2025, sea el 50 por ciento de nuestro ingreso neto global y que podamos transitar a que un día sea el 100 por ciento. Nuestro compromiso es reemplazar el mercado de los cigarros”, explica Betancourt.
De igual manera, durante el periodo de disponibilidad en el mercado mexicano, IQOS logró acaparar el 1 por ciento del mercado y consumo de tabaco en la CDMX.
Philip Morris insiste en la creación de una regulación para calentadores de tabaco en México
Precios equiparables a los de los cigarros convencionales*
PMI se ha encargado de ofrecer un catálogo de productos libres de humo para satisfacer las necesidades de los fumadores, tal y como lo detalla la relacionista. “Lo que pretende es ser un portafolio robusto, con el que, cualquier fumador del mundo, independientemente de su situación socioeconómica, pueda tener acceso a productos de riesgo reducido, a productos que representen un menor impacto que fumar”.
Estas opciones novedosas pretenden también impactar en el bolsillo de los consumidores, quienes desembolsan al mes un promedio de $339 pesos, de acuerdo con cifras del Inegi.
A través del portal oficial, el KIT IQOS 3 DUO se vendía a $1,399 pesos mexicanos. Por otro lado, Catalina comenta que los paquetes de unidades de tabaco para calentar “normalmente se comercializan al precio de una cajetilla de (cigarros) segmento medio-alto“. Además, la durabilidad de cada repuesto es de 14 caladas o 6 minutos de encendido, tiempo similar al del consumo del cigarro común.
Aunado a esto, un escenario en el que se otorguen las facilidades de comercialización nacional, permitirá a PMI reducir los precios de los dispositivos. Esto podría hacerse realidad con la manufactura del mismo en la planta de Zapopán, Jalisco.
En contraste, la directora de relaciones exteriores prevé que las comparativas entre los precios de las alternativas y los cigarros comunes se difuminarán con la aprobación comercial de las autoridades mexicanas, pues “los productos que producen un mayor daño a la salud deberían tener una tasa impositiva más alta“.
*Para conocer la conveniencia exacta en la adquisición de un calentador de tabaco, se deberá determinar la frecuencia de consumo de cada fumador.
La experiencia de los calentadores de tabaco, una réplica de la práctica convencional
El corporativo diseñó un producto a través del cual los usuarios pueden emular la práctica del consumo de tabaco. “Replica el hábito del fumador a la mayor similitud posible para ayudarle a esa transición” señala la integrante de PMI.
Catalina, además de ser promotora de IQOS, también es consumidora y compartió cómo ha sido su transición de las prácticas tradicionales a los calentadores de tabaco.
“Como fumadora te puedo decir que, con el tabaco calentado, hay una réplica de un hábito muy cercana a lo que experimentaba. Al haber sido consumidora de un producto regular, de un tabaco sin saborizantes, en el tabaco encontré un sabor similar a eso y eso a mi me gusta. El tabaco calentado sabe a tabaco no quemado. Es un aroma y es un sabor que encuentro más satisfactorio (que el del cigarro)”.
Catalina Betancourt, directora de Relaciones Externas de PM México.
Producto de riesgo modificado, la clasificación de los calentadores de tabaco
IQOS es un producto que, al calentar el tabaco, PMI asevera que reduce hasta el 95 por ciento de la emisión y el ingreso al organismo de las sustancias tóxicas presentes en la combustión o el humo del cigarro.
Por estas razones, y al no asegurar la erradicación del daño a la salud, logró catalogarse como un “producto de riesgo modificado“. Este concepto contó con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), organismo que dio luz verde en 2020 al revisar los estudios que fundamentan el desarrollo del gadget.
El objetivo permanente de PMI, se enfoca en ofrecer alternativas para saciar el consumo de los fumadores y que disminuyan los perjuicios a la salud vinculados a la combustión del tabaco.
En contraste
Barreras de entrada del dispositivo y tiempo de vida
Betancourt reconoce que el precio puede representar una “barrera de entrada” dentro de mercados de economías en desarrollo. Asimismo, detalló que IQOS tiene una vida útil de entre 2 o 3 años, dependiendo su uso, “al igual que cualquier aparato electrónico“.
A pesar de ello, dijo que PMI está trabajando continuamente para extender la durabilidad y optimizar los costos de producción.
No hay estudios que comprueben su efectividad en la disminución de riesgos
Por su parte, Andrea Costantini, líder de Asuntos Científicos para América Latina y Canadá, admite que PMI todavía “no tiene estudios científicos ni datos que permitan evaluar numéricamente las disminuciones de riesgo, pero sí la disminución de sustancias tóxicas en el consumo”.
Los estudios necesarios aún están en una ventana de revisión mientras se distribuye el producto a más países y podrían tardar décadas, a razón de la velocidad con la que se manifiesten los efectos en la salud de los consumidores.
Aún no existe una regulación en México
El 31 de mayo de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el “Decreto por el que se modifica la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, que prohíbe la importación y exportación de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina“.
En esta disposición se incluyen los vaporizadores, cigarrillos electrónicos y los calentadores de humo. Además, se argumentan las razones de la prohibición, expedidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mismas que presentan discrepancias con los postulados de PMI y de la FDA.
“La OMS, en su declaración del 27 de julio de 2020, en concordancia con la decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos sobre los productos con marca IQOS, ha informado que los mismos no son inofensivos ni se traducen en un menor riesgo para la salud humana en comparación con los productos de tabaco combustibles a los que pretenden sustituir; por lo contrario, ha señalado que algunas toxinas están presentes a niveles más altos en los aerosoles de los Productos de Tabaco Calentado (PTC) que en el humo del cigarro combustible”.
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31/05/2022.
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